La empresa alemana Maxit ha presentado «Maxit mörtelpad eco«, placas de mortero seco que ofrecen una aplicación intuitiva, reduciendo significativamente el tiempo requerido para el trabajo de albañilería, reduciendo el uso del cemento y permitiendo la creación de muros de ladrillo en mucho menos tiempo del habitual.
La tarea principal de los albañiles en la construcción de edificaciones gira en torno a levantar muros de ladrillo o mampostería. Dependiendo de las dimensiones de la pared, el proceso de construcción tradicional implica mezclar y curar mortero, alinear cada fila de ladrillos y realizar verificaciones posteriores.
Este método convencional a menudo consume varios días antes de que la estructura sea robusta y cohesiva. Mientras que en España surgen robots capaces de colocar 500 ladrillos por hora y soluciones alternativas como ladrillos resistentes y ligeros que se ensamblan como piezas de Lego, constructores y contratistas tienen la opción de explorar innovaciones como Maxit mörtelpad eco. Este producto agiliza el trabajo del albañil, potencialmente ahorrando hasta un 24% de tiempo en comparación con los métodos de construcción convencionales.
El Maxit mörtelpad elimina la necesidad de cemento fresco y sus desafíos asociados, como materiales especializados, suciedad y residuos generados. Al combinar las fortalezas de las técnicas tradicionales con la innovación, Maxit mörtelpad eco contribuye a mejorar tanto las condiciones laborales de los albañiles como el resultado final de sus esfuerzos.
Más allá de su eficiencia, Maxit mörtelpad eco aborda la contaminación ambiental asociada con el cemento, un contribuyente significativo al cambio climático. Estas placas de mortero seco, prefabricadas a partir de materiales naturales, resultan en una reducción total del 33% en las emisiones de CO2 en comparación con el mortero convencional de capa fina.
La idea central detrás de este producto único es optimizar la logística en el proceso de construcción de muros de ladrillo. Tradicionalmente, la fase inicial de erigir un muro de ladrillo implica mezclar cemento con arena y agua para crear mortero. Este mortero se utiliza luego para fijar cada fila de ladrillos a la superior, formando una estructura resistente y bien alineada.
Para agilizar el procedimiento, eliminar partículas en suspensión y proporcionar estabilidad adicional, las placas de mortero seco Maxit mörtelpad eco, con un peso de solo 300 gramos, se manipulan de manera rápida y confiable. Este método omite las fases de mezcla de materiales y el posterior proceso de limpieza de herramientas, permitiendo que el albañil se concentre plenamente en el proceso de construcción.
Estos paneles están compuestos por mortero seco y refuerzo de fibra de vidrio, lo que hace que las estructuras resultantes sean más resistentes. La composición se somete a rigurosos controles de calidad antes de salir de fábrica para asegurar que, en el lugar de construcción, funcionen de manera similar a un mortero convencional de capa fina de la clase M10 en cuanto a sus propiedades de resistencia y adherencia.
El uso de Maxit mörtelpad eco es sencillo, ya que los ladrillos o bloques de mampostería se humedecen previamente, se colocan las placas prefabricadas y, si es necesario, se cortan para adaptarse al tamaño del muro. Posteriormente, se utiliza agua nuevamente para que el adhesivo termofusible fragüe, permitiendo la formación de una junta de mortero uniforme, de 1 a 3 mm de espesor, a lo largo de una fila de ladrillos, sobre la cual se colocará la siguiente y así sucesivamente.