La construcción será otra si se utiliza este material

 

El grupo de investigación TECTEX de la Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech (UPC) ha desarrollado una nueva materia prima para la construcción de obra a partir de residuos de ropa usada. Al contrario de lo que se podría pensar, esta elaboración no es débil como la tela. ¡Todo lo contrario!

Es un producto resistente, flexible e ignífugo, además de sostenible. Se trata de una materia prima que podría llegar para quedarse gracias a sus asombrosas prestaciones. Mejora las propiedades del fibrocemento desarrollado con anterioridad. Asimismo, la UPC ha informado de la fabricación de paneles de fachadas, tejas, baldosas para pavimentos y sistemas de refuerzo de mampostería.

El equipo detrás de este producto innovador está compuesto por las investigadoras Mónica Ardanuy, Heura Ventura y Helena Oliver, profesoras en la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) y el investigador Josep Claramunt, también profesor de ESEIAAT y de la Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y de Biosistemas de Barcelona (EEABB), con sede en Castelldefels.

Para conseguir nuevos materiales óptimos, el grupo de TECTEX, con sede en Terrassa (Barcelona), tuvo que preparar telas no tejidas para actuar como refuerzo en el interior del cemento. El siguiente paso, una vez obtenido el tejido no tejido, se combina con el cemento y otros componentes minerales.

Tras estas acciones, es sometido a un procedimiento de laminación, deshidratación, prensado y curado. Este nuevo producto tiene un impacto energético y de emisiones de CO2 mucho menor en casi todas las categorías, comparándolo con los materiales tradicionales usados en la construcción.

La construcción innova su material utilizado todo el tiempo buscando una mayor sostenibilidad en cada paso. Así es como ha salido a la luz la circularidad de los residuos en esta actividad o la llegada de componentes revolucionarios. Existe un producto que llevamos siempre encima que podría convertirse en la nueva materia primera de futuras edificaciones. ¡No podrás creerlo!

Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo llega esta forma de ver la obra y cambia el paradigma que creíamos conoce

 

La construcción presume de un nuevo material más compasivo con el entorno

Un residuo que antes se quemaba o quedaba acumulado en vertederos ve una salida comercial gracias al trabajo de este equipo de investigadores. Cabe recordar que el sector textil y el de la construcción son culpables de una gran parte de las emisiones de CO2 que aquejan al planeta.

Según registra Cope, el textil “produce 90 millones de toneladas de residuos textiles, que terminan incinerados”, mientras que el segundo expulsa un tercio de las emisiones de efecto invernadero del mundo. De ese número un 7% pertenece a la producción de cemento.

Este proyecto ha recibido la financiación de la Agencia Estatal de Investigación (AEI). A su vez, el esfuerzo ha sido recompensado con el premio al mejor proyecto de innovación sostenible convocado por la Federación Internacional de Manufactureros Textiles (ITMF) entregado en el congreso anual del año pasado en la ciudad de Keqiao.

La forma de crear mobiliario urbano está cambiando y esta es una prueba más de que alternativas no faltan. El nuevo material para la construcción, que contiene un 30% de residuos textiles (alrededor de 30 camisetas por metro cuadrado) es mucho más que un proyecto llamativo.

La ONU está dispuesta a descarbonizar este sector y podríamos estar ante el futuro arquitectónico, un paso más para conseguir su objetivo. ¿Edificación y moda se darán la mano a partir de ahora?

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