Entonces es que no conoces Brikawood, un nuevo concepto de ladrillo de madera que se ensambla, casi como en un juego, sin necesidad de emplear adhesivos, clavos o tornillos y que, además, cuenta con unas propiedades de aislamiento acústico y de eficiencia térmica muy superiores a otras soluciones para la construcción.
De hecho, este ladrillo, nació con la idea de responder a las necesidades de construcción de casas pasivas, que demandan materiales cada vez más eficientes energéticamente para contener el consumo.
Por ello, con estos ladrillos una casa no consumiría más de 15 kWh de energía por metro cuadrado, entre otras cosas por el ahorro de energía para la climatización, puesto que las viviendas que opten por este material consumirán por este concepto un 90% menos que los edificios construidos sin criterios de eficiencia energética.
Diez años de investigaciones han sido necesarios para lanzar este ladrillo llamado a sustituir a los materiales de construcción convencionales. Brikawood es un producto totalmente reciclable y 100% natural –«desde el principio hasta el final de su ciclo de uso”, sostienen los creadores- que está compuesto por cuatro elementos en madera, que se ensamblan tomando la forma de ladrillos y que, para mantenerse estables, no necesitan más que ir encajando unos con otros.
Además de simplificar la construcción, las características técnicas de estos ladrillos hacen que cuenten con unas propiedades antisísmicas, mecánicas, acústicas y térmicas muy altas.
Esa era precisamente la idea con la que partió esta investigación, que primó siempre la construcción de muy bajo consumo que garantizara el aislamiento y el aprovechamiento de todas las fuentes de energía disponibles.
Con estos avales, las viviendas construidas con Brikawood se extienden ya de Francia a Noruega y de Canadá al Pacífico.